SEDGWICK,MARCUS
Como autoproclamado guardián del Castillo de Otramano, Edgar el cuervo muestra una cierta dosis de alarma cuando observa como una cola bastante desagradable se esconde entre los ruibarbos del huerto, y después las mozas de la cocina empiezan a desaparecer misteriosamente. Por no decir nada de la inundación que amenaza al castillo. Nunca se puede uno confiar cerca de la familia Otramano. Lord Pantalín, Mentolina, Silvestre y su mascota Colegui, y la hermana mayor, la hermosa y gótica Solsticio, a la que Edgar adora, tienen la facultad de meterse en los líos más horripilantes. Suerte que cuentan con Edgar...